¿Qué son la vitamina D3 y la vitamina K2?
La vitamina D3 es una forma de vitamina D que se produce en la piel cuando se expone a los rayos ultravioleta del sol. También se puede obtener de algunos alimentos de origen animal, como el pescado azul, el huevo o el aceite de hígado de bacalao. La vitamina D3 se convierte en el hígado y el riñón en su forma activa, el calcitriol, que actúa como una hormona regulando el metabolismo del calcio y el fósforo.
La vitamina K2 es una forma de vitamina K que se produce por las bacterias intestinales o que se encuentra en algunos alimentos fermentados, como el queso, el yogur o el natto (soja fermentada). Además, la vitamina K2 se encarga de activar unas proteínas llamadas osteocalcina y matriz GLA, que son responsables de fijar el calcio en los huesos y evitar su acumulación en las arterias.
¿Para qué sirven la vitamina D3 con K2?
La vitamina D3 y la K2 tienen múltiples beneficios para la salud, entre los que destacan:
Salud ósea: La vitamina D3 favorece la absorción intestinal del calcio y el fósforo, que son los principales componentes del tejido óseo. La vitamina K2 facilita la incorporación del calcio a los huesos y previene su pérdida. Ambas vitaminas contribuyen al mantenimiento normal de los huesos y previenen enfermedades como la osteoporosis o las fracturas.
Salud cardiovascular: La vitamina D3 ayuda a regular la presión arterial, la inflamación y el colesterol. La vitamina K2 evita la calcificación de las arterias, que es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares como el infarto o el ictus. Ambas vitaminas protegen el corazón y los vasos sanguíneos.
Salud inmunológica: La vitamina D3 modula la respuesta inmune innata y adaptativa, fortaleciendo las defensas contra las infecciones y las enfermedades autoinmunes. La vitamina K2 tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y las sustancias nocivas. incluyo algunos ensayos vieron mejoras contra el tratamiento del Covid-19 o incluso en tratamientos a niños con leucemia.
Salud mental: La vitamina D3 influye en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que regulan el estado de ánimo, la memoria y el aprendizaje. La vitamina K2 tiene efectos neuroprotectores, previniendo el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el parkinson.
Salud cutánea: La vitamina D3 interviene en la regeneración celular y la cicatrización de la piel. La vitamina K2 mejora la elasticidad y la hidratación de la piel, previniendo las arrugas y el envejecimiento prematuro.
La vitamina D3 con K2 se pueden obtener de diferentes fuentes, tanto naturales como en suplementación. Algunas de las principales fuentes son:
Exposición solar: La forma más natural y económica de obtener vitamina D3 es exponerse al sol durante unos 30 minutos al día como mínimo, preferiblemente en las primeras y últimas horas del día (sobre todo en verano) y con una superficie corporal amplia. El uso de protectores solares, bloquean la síntesis de vitamina D3, por ello es mejor opción dar un paseo o hacer ejercicio a primera hora de la mañana o al atardecer. Sin embargo, hay que tener cuidado de no quemarse ni abusar del sol, ya que puede causar daños en la piel y aumentar el riesgo de cáncer.
Alimentos de origen animal
– La vitamina D3 se encuentra en algunos alimentos de origen animal, especialmente en el pescado azul (salmón, atún, sardinas, caballa), el huevo (sobre todo la yema) y el aceite de hígado de bacalao. Estos alimentos también aportan ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular.
– La vitamina K2 se encuentra en algunos alimentos fermentados, como chucrut, el kimchi, el queso de cabra (especialmente los fermentados), el aceite de bacalao (y en general pescados grasos), yemas de huevos de gallinas de pasto o el hígado de pollo o ternera. Los alimentos fermentados también contienen probióticos, que son bacterias beneficiosas para la salud intestinal.
La dosis de vitamina D3 y K2 depende de varios factores, como la edad, el peso, el estado de salud, la exposición solar y los niveles sanguíneos. En general, se recomienda tomar entre 800 y 4000 UI de vitamina D3 al día (100 mcg) y entre 50 y 90 mcg de vitamina K2 al día. Sin embargo, estas cantidades pueden variar según las necesidades individuales.
Vitamina D3 con K2: Contraindicaciones
La vitamina D3 y la K2 son seguras y bien toleradas por la mayoría de las personas, siempre que se consuman en las cantidades adecuadas. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que se debe tener precaución antes de tomarlas:
Exceso de vitamina D3: El consumo excesivo de vitamina D3 puede provocar hipervitaminosis D, que se caracteriza por niveles elevados de calcio en la sangre (hipercalcemia). Esto puede causar síntomas como náuseas, vómitos, pérdida de apetito, sed, micción frecuente, debilidad muscular, dolor óseo, confusión o arritmias. Para evitar el exceso de vitamina D3 se recomienda no superar los 4000 UI al día (100 mcg) y controlar los niveles sanguíneos periódicamente.
Interacción con medicamentos: La vitamina D3 puede interactuar con algunos medicamentos que afectan al metabolismo del calcio o a la función renal o hepática. Por ejemplo, los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el riesgo de hipercalcemia; los anticonvulsivantes pueden disminuir la absorción de vitamina D3; los corticoides pueden reducir la actividad de la vitamina D3; y los anticoagulantes pueden verse afectados por la vitamina K2.
Enfermedades crónicas: La vitamina D3 y la K2 pueden tener efectos beneficiosos o perjudiciales según el tipo de enfermedad crónica que se padezca. Por ejemplo, la vitamina D3 puede mejorar la diabetes tipo 2, pero puede empeorar la sarcoidosis; la vitamina K2 puede prevenir la osteoporosis, pero puede agravar la trombosis.
Por lo que no se recomienda tomar vitamina D3 con K2 a:
Antecedentes de trombosis o problemas de hipercoagulación,
Tratamientos anticoagulantes, Sintrom o por ejemplo Aspirina Protect,
Tratamientos antidiabéticos,
Durante el embarazo o la lactancia.
Fuente: https://regenerahealth.com/blog/vitamina-d3-con-k2/
Estudios relacionados:
- Tratamiento con vitamina D3 y/o vitamina K2 para la osteoporosis posmenopáusica: mejora la densidad mineral ósea, previene las fracturas vertebrales y tiene efectos anabólicos sobre el hueso osteoporótico en mujeres posmenopáusicas con osteoporosis leve.
- Tratamiento concurrente con vitamina K2 y D3 en fusión de columna en pacientes con trastornos degenerativos lumbares asociados a osteoporosis: la administración de vitamina K2 y vitamina D3 puede aumentar las tasas de fusión intersomática lumbar, mejorar los síntomas clínicos y promover la información ósea.
- El impacto de la vitamina K2 (menaquiononas) en la salud y las enfermedades de los niños: La falta de efectos adversos de MK-7 lo convierte en la opción ideal para la suplementación de mujeres embarazadas y lactantes y niños, tanto sanos como que sufren diversas malabsorciones y trastornos de salud, como dislipidemia, diabetes, talasemia mayor (TM), fibrosis quística ( FQ), enfermedades inflamatorias del intestino (EII), y enfermedades hepáticas crónicas.
Ingredientes: Citrato de magnesio, Colágeno tipo II, colecalciferol (vit. D3), menaquinona-7 (vit. K2), gelatina, celulosa microcristalina, estearato de magnesio, dióxido de silicio.
Contenido: 30 cápsulas.
Ingesta diaria: 1 cápsula diaria.