Hinojo
En la composición del hinojo abunda un aceite etéreo, el anetol, que, aunque está repartido por toda la planta, se concentra en mayor medida en las semillas. A esta sustancia se le atribuye la acción digestiva y carminativa del hinojo.
Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.
El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Participa en el equilibrio acuoso dentro y fuera de la célula.
Carminativa, tónica estomacal y digestiva: Favorece la digestión, contribuye a expulsar las flatulencias, abre el apetito y ayuda a disminuir el dolor de estómago.
Anticolesterolémico: Su riqueza en ácido ascórbico, oleico y linolico, así así como la presencia del beta- sitosterol y de los minerales calcio y magnesio le otorgan el poder de reducir el nivel de colesterol en la sangre, previniendo el riesgo de enfermedades coronarias, como el infarto o las hemorragias cerebrales .
Antioxidante: Por su contenido en alanita, triptófano, metionina e histidina los frutos del hinojo pueden considerarse unos grandes antioxidantes.
Anemia: Contiene mucho hierro que puede ayudar a superar la falta del mismo en nuestro organismo en casos de anemia.
Diurético: Favorece la eliminación de líquidos corporales, siendo muy adecuada en caso de obesidad, enfermedades reumáticas y cardiacas que se asocian con la acumulación de agua en el cuerpo.
Bronquial y antitusiva: En caso de bronquios o de tos, así como cuando se tiene el pecho cargado, es muy adecuada esta planta por sus valores expectorantes.
Emenagoga: Favorece la menstruación y alivia los dolores asociados con ella. La misma preparación mencionada anteriormente.
Impotencia: Aumenta la potencia sexual, siendo muy útil en los casos de impotencia. Además es afrodisíaco ya que aumenta el deseo sexual.